“Demoniza alimentos”. “Llevará a la pérdida masiva de empleos”. “Asusta en lugar de educar”. Estos son algunos de los argumentos que se esgrimen en contra de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, que establece la inclusión de un sistema de octógonos negros que advierten cuándo los productos contienen exceso de azúcar, sodio, grasas o calorías, todos asociados con un aumento del riesgo de obesidad y otras patologías no transmisibles (Fuente).

De cara a la ampliación del actual dispositivo de etiquetado de los productos alimentarios de la Unión Europea, la Comisión Europea estima en una evaluación publicada recientemente que el sistema que se aplica a las carnes de porcino, aves, ovino y caprino cumple con sus objetivos sin que haya sobrecoste para los consumidores. Sin embargo, son necesarias algunas mejoras en la armonización de los controles y las excepciones (Fuente).

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Secretaría de Salud federal pidieron al Congreso de la Unión reformar la ley para prohibir el uso de grasas trans en los alimentos que se comercializan en México, como galletas, frituras y yogures, y no solamente advertirlo en el etiquetado frontal de alimentos, que entró en vigor en octubre 2020 (Fuente).

La FSSAI ordena una investigación sobre el presunto uso de términos lácteos en las etiquetas de bebidas y productos alimenticios de origen vegetal, que en su mayoría se venden a través de canales de comercio electrónico (Fuente).

La Cámara de Industrias de Costa Rica se pronunció en contra de un proyecto de ley que se tramita en la Asamblea Legislativa que pretende modificar las normas de etiquetado, que entre otras cosas censuraría el uso de personajes publicitarios y aplicar nuevas normas en todos los alimentos preenvasados (Fuente).