a iniciativa expone que, durante el año 2012, la OIT realizó un estudio en empresas chilenas que concluyó que el 40% de los trabajadores encuestados no recibía beneficios de alimentación, 22% no disponía de un lugar para comer y 30% no almorzaba regularmente. Adicionalmente, se estableció que había problemas con la calidad de la alimentación y la falta de almuerzo implicaba molestias y menor productividad; arguyendo la falta un marco legislativo más sólido, ya que el actual solo velaría por el tiempo y las condiciones físicas del lugar donde se come (Fuente).
