Los ingresos públicos derivados de gravar la comida con alto contenido calórico aumentaron 29.3 por ciento respecto del año pasado, pese a la norma de etiquetado vigente desde octubre, la cual busca hacer visibles los riesgos a la salud de consumir algunos de estos productos, muestran datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (Fuente).
